Los Monasterios de Suso y Yuso de San Millán de la Cogolla fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 4 de diciembre de 1997.
Están enclavados en el término municipal de San Millán de la Cogolla, en la provincia de Logroño (La Rioja). El nombre del municipio hace honor al fundador del Monasterio de Suso (Millán o Emiliano de Berceo), nacido en el pueblo de Berceo en el año 473. En su juventud se dedicó a pastorear, para, posteriormente, dedicarse íntegramente a una vida eremita en una cueva, que fue la semilla, a través de los siglos, de lo que hoy es el Monasterio de Yuso, donde murió y fue enterrado en el año 574.
Ambos monasterios (Suso «el de arriba» y Yuso «el de abajo»), se encuentran situados a 2 Kms de distancia entre ellos y se les conoce como «Monasterio de San Millan de la Cogolla”.
En el Monasterio de Suso, podemos ver reflejados los diferentes estilos arquitectónicos, desde el siglo VI hasta el X (visigótico, mozárabe y románico, sucesivamente). De la época mozárabe, destacamos los arcos de herradura y de la época románica, el sepulcro del Santo del Siglo XII.
En esta misma cueva, encontramos lo que podría ser el altar más antiguo de España, una oquedad artificial, formada por tres huecos, cada uno de ellos con una arcada de medio punto, y que hacía la veces de altar y sagrario para san Millán.
La verdadera importancia del Monasterio de Suso y por lo que es conocido internacionalmente, es por ser la Cuna de la Lengua Española. Debido a que en él se escribieron las primeras palabras escritas en castellano y euskera, y que figuran en el las Glosas Emilianenses (Códice Emilianense 60), donde un monje en un códice escrito en latín, va tomando notas para comprender la gramática y aclarar los significados en el habla del pueblo, en romance, y pueden presumir de ser la primera página de la literatura española.
En el margen derecho, del folio 72r del códice Emilianense 60, leemos esta doxología:
“Cono aiutorio de nuestro dueno dueno Christo, dueno Salbatore; qual dueno get ena honore et qual duenno tienet ela mandatione cono Patre cono Spiritu Sancto enos sieculos delo sieculos, facamus Deus Omnipotes tal serbitio fere ke denante ela sua face gaudioso segamus.
Que traducido al castellano sería: Amén” (Con la mediación de nuestro Señor, don Cristo, don Salvador, que comparte el honor y la jerarquía con el Padre y con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos, Dios omnipotente nos haga servir de tal manera que nos encontremos felices en su presencia. Amén.)
Y en euskera aparece en diche códice: izioqui duguguec aiutuezdugu” (Hemos sido puestos a cobijo, hemos sido salvados a nosotros no se nos ha dado ayuda)
Asimismo, en Suso se escribieron, entre otras obras, el Códice Emilianense de los Concilios, la Biblia de Quiso, Códice Emilianeses de los Concilios, por lo que constituye uno de los principales centros culturales de expansión de la cultura de la Edad Media.
En este Monasterio de Suso profesó, como monje, el que se considera el primer poeta castellano: Gonzalo de Berceo (Siglo XI) que, entre otras obras, escribió la Vida de San Millán y de Santo Domingo de Silos.
Debido a su proximidad al Camino de Santiago Francés, entre las poblaciones de Nájera y Santo Domingo de la Calzada con su famosa leyenda de la gallina, numerosos peregrinos, principalmente en los siglos XII-XVI, se acercaban al Monasterio para visitar los restos del Santo.
Debido al crecimiento de la comunidad monástica y la importancia de la misma, se trasladaron los monjes, a mediados del siglo XI, al valle, a lo que hoy es el Monasterio de Yuso. De la primigenia iglesia románica no queda resto alguno y el Monasterio que podemos contemplar en la actualidad es fruto de las diferentes obras realizadas en los siglos XVI, XVII y XVIII (estilos barroco y renacentista).
Los elementos arquitectónicos, escultóricos y ornamentales que destacan en este monasterio son el claustro (año 1549), la iglesia (Siglo XVI), la reja (año 1676), un púlpito de nogal (Siglo XVI) y el trascoló (conjunto de 8 espléndidas esculturas)
De especial interés, hay que reseñar la espectacular biblioteca (Siglo XVIII) y archivo, que contiene unos 10.000 ejemplares, siendo los de mayor importancia dos cartularios (Galicano y Bulario) y el Evangelario de Jerónimo Nadal, impreso en Amberes en 1595.
En el Museo del Monasterio de Yuso se encuentra unas obras de arte de extraordinario valor como son las arcas relicarios de San Millan (Siglo XI) y la de San Felices (Siglo XII). La arqueta original de San Millán era de madera con detalles de piedras preciosas y oro y, forrada por 22 placas de marfil, en las que se representaban escenas de la vida del Santo. Durante la invasión napoleónica (1809), fueron robados diferentes elementos de la misma, así como la pérdida de algunas placas de marfil, de las que alguna de ellas están expuestas en diferentes museos, como el Metropolitan de Nueva York o el Ermitage de San Petesburgo.
En la actualidad, en el Monasterio de Yuso se expone una caja nueva realizada en 1944 donde se han colocado los relieves conservados, mientras que los perdidos se han reproducido en metal. Si quieres visitar los Monasterios de Suso y Yuso te recomendamos un viaje al Camino de Santiago organizado entre las ciudades de Logroño y Burgos y hacer una noche extra en Nájera para poder organizarte una excursión de ida y vuelta.
Si no dispones de los días suficientes, y tu deseo principal es llegar a Santiago y dar un abrazo al Apóstol Santiago, te recomendamos empezar con el Camino de Santiago desde Sarria organizado. Muchos peregrinos una vez que ya han llegado a la Catedral por primera vez se enganchan, y dedican posteriormente tramos de una semana al año para completar todo el Camino Francés.