El Camino de Santiago se considera ruta histórica de peregrinación desde que un ermitaño, llamado Paio, encontró los restos del Apóstol Santiago el Mayor, en Galicia, sobre el año 830. Desde hace más de 10 asó nuestra Agencia de viajes del Camino de Santiago venimos diseñando paquetes de viajes con todos los servicios necesarios para comodidad y disfrute de los peregrinos.

ORIGEN DEL CAMINO DE SANTIAGO

La historia del Camino de Santiago relata que las primeras peregrinaciones nacen en la Edad Media como peregrinación cristiana hacia la tumba de Santiago de Zebedeo, también conocido como Santiago el Mayor, uno de los Apóstoles principales de Jesucristo. La leyenda nos cuenta que, una vez decapitado por orden de Herodes, en el año 44 de nuestra era, sus restos fueron trasladados por sus discípulos, desde Palestina hasta un lugar situado en Gallaecia (actual comunidad gallega), en una “barca de piedra” donde, después de múltiples adversidades, traslados y vicisitudes, reposan en el interior de una urna de madera repujada en plata, situada debajo del altar Mayor de la Catedral de Santiago, junto a sus discípulos Atanasio y Teodoro.

Santiago el Mayor era hermano de Juan el Bautista, hijos ambos de Zebedeo, formando parte de los doce apóstoles que acompañaban a Jesucristo. Una vez muerto el Señor, estuvo peregrinando en la Hispania romana, donde se le apareció la Virgen María, en dos ocasiones, en Muxía (Galicia) y en Zaragoza, para infundirle ánimos en su misión evangelizadora.

Desde entonces, Santiago de Compostela junto con Roma y Jerusalén, constituyen los tres lugares Santos de Peregrinación en el mundo del Cristianismo.

En el lugar donde se encontraron los restos del Apóstol Santiago, se construyo una primera iglesia, que después de numerosas ampliaciones a lo largo de los siglos, se convirtió en lo que hoy es la Catedral de Santiago de Compostela.

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EL PRIMER PEREGRINO DE LA HISTORIA DEL CAMINO DE SANTIAGO

Oficialmente el sepulcro del Apóstol Santiago es descubierto en el Siglo IX, Cuando el Obispo de Iría Flavia, Teodomiro, se lo comunica al rey astur Alfonso II, el Casto, quien inicia la primera peregrinación de la historia y ordena la construcción de un templo sobre la antigua necrópilos que más tarde se convertirá en la actual Catedral de Santiago.

En el año 834, el mencionado rey, junto a su corte, peregrinó desde Oviedo a Santiago de Compostela, en lo que hoy conocemos como Camino Primitivo, convirtiéndose en el primer peregrino conocido en esta ruta. Por todo ello la ciudad de Oviedo, representaría el verdadero Kilómetro cero de todos los Caminos de Santiago.

Comenzó, de este modo, la peregrinación a la tumba del apóstol Santiago, desde Francia, Italia, Inglaterra y el Imperio Germánico, principalmente, a través de la parte septentrional de España, ya que gran parte del territorio español estaba dominado por los musulmanes que habían invadido la Península ibérica.

EVOLUCIÓN DE LAS PEREGRINACIONES AL CAMINO DE SANTIAGO

Las peregrinaciones jacobeas fueron un fenómeno complejo, en el que hubo motivaciones religiosas, fundamentalmente, y también económicas.

A medida que fue avanzando la reconquista y consolidándose los diferentes territorios peninsulares, se fueron incorporando otras rutas de peregrinación, principalmente el llamado Camino Francés, así llamado porque, mayoritariamente, eran los franceses los que acudían a Santiago. Igualmente, otras rutas importantes de peregrinación se fueron incorporando y consolidando, en menor medida, como el Camino Inglés, con inicio en La Coruña y Ferrol y el Camino Portugués, comenzando en Lisboa u Oporto.

Como la pólvora fue extendiéndose el fervor jacobeo en el continente, principalmente en los Siglos XI y XII, donde alcanzó su mayor auge. Fruto de este fenómeno se acometieron y establecieron, a lo largo de los diferentes Caminos, numerosas infraestructuras a fin de facilitar al peregrino, el hospedaje, asistencia sanitaria, paso de ríos, caminos en buen estado, iglesias y manutención que necesitase.

Peregrinaciones al Camino de Santiago

NACIMIENTO ÓRDENES RELIGIOSAS Y NUEVAS CIUDADES

De ello se encargaron, en gran medida, las ordenes religiosas que se asentaron a lo largo de este Camino, principalmente la Orden del Cluny, originaria de Francia, todo ello con la protección y favores de los respectivos reyes de Navarra, Castilla y León, entre los que cabe mencionar a Sancho Ramírez, Fernando I y Alfonso VI.

Este hecho conllevó la creación de nuevas ciudades y villas o notable incremento de sus poblaciones, a lo largo de los diferentes Caminos que llegaban a Santiago a través de la Península, principalmente, en el Camino Francés, debido a que muchos peregrinos se establecían en ellas, así como de otras personas procedentes de la repoblación de los territorios reconquistados a los musulmanes.

Ejemplo de algunas de estas ciudades son: Boadilla del Camino, Redecilla del Camino, Hornillos del Camino, Villadangos.

Debido al gran numero de peregrinos existentes, tuvieron que establecerse normas para su protección, dada la proliferación de salteadores a lo largo de la ruta, y se crearon Ordenes religiosas/militares, a tal fin, como la Orden de Santiago o los templarios para proteger a los peregrinos en los caminos.

Antes de su partida, se otorgaba al peregrino documentos/cartas de recomendación por las autoridades civiles y religiosas para que se le facilitara tal asistencia.

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EL CAMINO DE SANTIAGO EN LA EDAD MEDIA

En ciertos años, entre doscientos mil y quinientas mil personas hacían el Camino, en la Edad Media, por lo que se convirtió en un impresionante “movimiento de masas “; en muchas localidades del Camino existían más “transeúntes peregrinos” que los propios habitantes de la localidad.

En la Crónica Compostelana, se decía que entre 1121 y 1124, el Emir Ali Ben Yusuf, manifestaba: “Tanta es la multitud de los que van y vienen que apenas dejan libre la calzada que va a Occidente”

MOTIVACIONES PARA HACER EL CAMINO DE SANTIAGO

En los primeros siglos de la peregrinación en la historia del Camino de Santiago, el motivo fundamental de la persona que peregrinaba a Santiago era la fe religiosa que profesaba y este hecho era valorado y considerado por el resto de la población. Posteriormente, existieron personas que realizaban la peregrinación “por encargo” de otras, ya que ellas no podían realizarlo, por agradecimiento, ante la consecución de una gracia o petición que creían que les había otorgado el Apóstol, por penitencia o como pena impuesta por las autoridades.

La inmensa mayoría de peregrinos realizaba todo el Camino a pie, tanto el de ida, como el regreso a su país, pero dependiendo de su poder económico, tales como reyes, nobles o prelados de la iglesia lo hacían, bien a caballo o en carruaje, acompañados por un séquito y sirvientes. Los procedentes del Norte de Europa o Inglaterra, lo realizaban en barco hasta las costas Españolas y desde allí, a pie hasta Santiago de Compostela.

Se tiene constancia documental que el Año 1126 sería el Primer Año Santo de la historia del Camino de Santiago, establecido por el Papa Calixto II, y por el que se otorgaba “indulgencia plenaria o perdonanza” a todos los peregrinos que realizaban su peregrinación en los Años en la que la Festividad de Santiago caía en domingo, hecho que se produce con una frecuencia de 6-5-6-11 años. Este hecho incrementaría el número de peregrinos que realizarían su Camino en los siguientes Años Santos.

DECADENCIA

El Siglo XVI y parte del Siglo XVII, por motivos religiosos (Reforma Protestante, escisión de la Iglesia Católica instaurado por las tesis de Martin Lutero) y debido a las guerras que se produjeron en Francia, produjeron un claro declive de las peregrinaciones a Santiago y crearon otro tipo de peregrinos, en los que no predominaba la fe y la devoción como motivo principal para realizar su Camino, sino la mendicidad y el vagabundaje.

Otra época de regresión de las peregrinaciones se produjo como consecuencia de la corriente de pensamiento que se produjo, con motivo de la Revolución Francesa y en España, con la desamortización de Mendizábal, que supuso de la incautación de numerosas posesiones a la Iglesia Española.

Hubo que esperar hasta la segunda mitad del Siglo XX, cuando la peregrinación a Santiago de Compostela tuvo un despegue notable, cuya catapulta fue la visita del Papa Juan Pablo II, en el año 1982 y, posteriormente la del Papa Benedicto XVI, en el año 2010.

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APOGEO DEL CAMINO DE SANTIAGO

Fue en el Año Santo de 1993, cuando peregrinaron a Santiago 93.000 personas, cifra que no se había alcanzado desde hacía muchos años y que, a partir de la misma, año tras año, el numero de peregrinos ha ido aumentando, hasta el Año 2019 que se alcanzó la cifra de unas 350.000 «Compostelas» que se entregaron en la Oficina de Atención al Peregrino de Santiago de Compostela.

DISTINCIONES EN LA HISTORIA DEL CAMINO DE SANTIAGO

Prueba de este fenómeno social, que transciende más allá de las fronteras, son las numerosas distinciones y Premios con los que «El Camino» ha sido distinguido, entre los que citamos los más importantes o de mayor significado:

  • En 1985, se le otorga, por la UNESCO, la calificación de “Patrimonio de la Humanidad”
  • En 1987, el Consejo de Europa, lo designó como “Primer Itinerario Cultural Europeo”
  • En 1993, la UNESCO, otorga al «Camino Francés», la calificación de “Patrimonio de la Humanidad”. Siendo desde entonces el Camino de Santiago organizado desde Sarria el camino más transitado y popular.
  • En 1998, la UNESCO, otorga calificación de “Patrimonio de la Humanidad”, a los Caminos que vienen desde Francia y que se unen al Camino Francés o Aragonés, en España y al Camino Portugués.
  • En 2004, se le concede el Premio “Príncipe de Asturias de la Concordia”
  • En 2015, la UNESCO, otorga calificación de “Patrimonio de la Humanidad”, a los Caminos del Norte (Camino Costero, Camino Primitivo,  Camino Lebaniego y Camino Interior Vasco-Riojano)

EUROPA SE CONTRUYÓ CAMINANDO A SANTIAGO

La influencia de la historia del Camino de Santiago se plasmó en la formación del germen de una identidad común Europea, tanto en el ámbito económico, cultural, artístico y social debido a las gentes que se establecían, emigraban y que expandían las ideas, a lo largo del mismo.

La peregrinación a Santiago de Compostela contribuyó de manera fundamental a la formación de Europa, principalmente en los Siglos XI y XII. Este es el motivo, por el que se afirma que “Europa se construyo caminando a Santiago» y que, a fecha de hoy, lo consideramos en pleno apogeo y constante crecimiento.

Los expertos y estudiosos del “Tema Jacobeo”, a lo largo de la historia del Camino de Santiago, sostienen diferentes argumentos y teorías, sobre la posible veracidad del hecho, pues no existen pruebas definitivas y concluyentes, al igual que ocurre en otros asuntos de índole diversa, en lo que importa es la fe y creencias de cada uno. Lo que sí es cierto es que, según la tradición cristiana, cuando un apóstol fallecía se le trataba de enterrar en la zona donde había estado peregrinando.

Fue la Bula Papal de León XIII, que data del año 1884, la que confirmó, definitivamente, que los restos que se encuentran en la Catedral de Santiago corresponden al Apóstol Santiago y de su discípulos.