El Camino de Levante es una de las rutas menos conocidas del Camino de Santiago, pero guarda una riqueza histórica y cultural significativa. Con sus orígenes profundamente enraizados en la historia de España, esta ruta conecta el este peninsular con Santiago de Compostela, atravesando paisajes diversos, ciudades históricas y caminos poco transitados.

Aunque menos frecuentado que otras rutas, el Camino de Levante ofrece una experiencia única, cargada de tradición, naturaleza y espiritualidad. Quédate con nosotros y descubre los orígenes, evolución, y características de esta ruta, resaltando su importancia en la peregrinación a Santiago. Como una de las 

Como una de las empresas de viajes para el Camino de Santiago de Compostela más reputadas te hablaremos de esta ruta. No obstante, antes de continuar te advertimos que este artículo es simplemente de carácter informativo y que esta ruta no entra dentro de nuestros servicios. 

 

Orígenes del Camino de Levante

El Camino de Levante tiene sus orígenes en la época medieval, cuando los peregrinos provenientes de las zonas costeras del Mediterráneo iniciaban su travesía hacia Santiago de Compostela. 

Valencia, una ciudad clave en esta ruta, fue un importante punto de partida para los peregrinos que querían llegar al sepulcro del Apóstol. En realidad, la ruta seguía antiguos caminos romanos y vías comerciales, que ya conectaban conectaban el Levante con el interior de la península.

Durante los siglos medievales, fue utilizado tanto por peregrinos como por comerciantes, quienes veían en esta ruta una vía segura para viajar por el centro de España. 

A lo largo de los años, la ruta fue ganando popularidad, especialmente entre los habitantes de la costa este, que buscaban una alternativa a las rutas más transitadas del norte. Sin embargo, la ruta enfrentó desafíos, como la falta de infraestructuras y la competencia de otras vías más consolidadas.

 

La evolución del Camino de Levante

A lo largo de los siglos, este trayecto ha experimentado una evolución significativa, tanto en su trazado como en su infraestructura. Aunque la ruta perdió popularidad durante la Edad Moderna, en las últimas décadas ha sido objeto de esfuerzos de revitalización, promoviendo su uso entre los peregrinos contemporáneos.

Hoy, es una opción cada vez más elegida por quienes buscan una experiencia más íntima y menos masificada en comparación con otras rutas más conocidas. El trazado moderno de la ruta pasa por ciudades como Albacete, Toledo y Ávila (desde dónde por supuesto puedes empezar), y ofrece la oportunidad de descubrir una España rural y auténtica, lejos de los circuitos turísticos habituales.

 

El Camino de Levante en la actualidad

A pesar de no ser una de las rutas más populares, este recorrido ofrece una experiencia auténtica y enriquecedora. Los peregrinos que eligen esta ruta pueden disfrutar de paisajes únicos: desde las fértiles huertas valencianas hasta los llanos de Castilla-La Mancha y las imponentes montañas de Castilla y León. Esta variedad paisajística es uno de los principales atractivos de la ruta.

Otra característica destacable es la riqueza histórica de las ciudades por las que pasa. Lugares como Toledo, con su impresionante patrimonio cultural y su historia de convivencia entre culturas, o Ávila, con sus famosas murallas medievales, ofrecen a los peregrinos una inmersión en la historia de España. 

El Camino de Levante es, sin duda, una alternativa fascinante para aquellos que buscan vivir la experiencia del Camino de Santiago de una manera diferente

  • Si quieres conocer el Camino de Santiago Primitivo rutas y etapas, te decimos que esta variante es conocida por sus desafiantes etapas y su conexión profunda con los orígenes de la peregrinación. Al igual que el Camino de Levante, ofrece un recorrido más tranquilo y menos masificado. 
  • Además, completar este trayecto también puede ser una excelente forma de conectar con otras rutas históricas del Camino de Santiago, y extender la experiencia hasta el fin del Camino de Santiago en Finisterre. Este es un un destino emblemático que marca el final simbólico de la peregrinación hacia el mar.
  • Otra opción destacada es el Camino Inglés desde Ferrol a pie, una ruta de corta duración que combina historia y hermosos paisajes costeros. Es ideal para quienes desean experimentar una peregrinación completa en menos tiempo.
  • Finalmente, no podemos olvidar las etapas del Camino Francés desde O Cebreiro a pie, una de las secciones más icónicas y populares del Camino de Santiago. Esta parte del Camino, con sus espectaculares vistas y su ambiente acogedor, es perfecta para los peregrinos que buscan sumergirse en la tradición jacobea.

 

Itinerario de La ruta de Levante

  • Valencia – Alzira (38 km): comienza en la ciudad de Valencia, pasando por huertas y paisajes mediterráneos hasta llegar a Alzira, una localidad con un notable patrimonio histórico.
  • Alzira – Xàtiva (31 km): esta etapa continúa hacia el interior, con un recorrido que mezcla caminos rurales y antiguas calzadas romanas hasta la histórica ciudad de Xàtiva.
  • Xàtiva – La Font de la Figuera (37 km): los peregrinos se adentran en una zona montañosa con vistas espectaculares, pasando por pequeñas localidades antes de llegar a La Font de la Figuera.
  • La Font de la Figuera – Almansa (29 km): se cruza la frontera hacia Castilla-La Mancha, con Almansa como destino, famosa por su castillo y su historia medieval.
  • Almansa – Higueruela (38 km): esta etapa atraviesa los llanos de La Mancha, una región de grandes extensiones agrícolas y paisajes abiertos.
  • Higueruela – Albacete (36 km): un tramo más corto que lleva a Albacete, una de las principales ciudades de la región, con servicios y alojamientos para peregrinos.
  • Albacete – La Roda (36 km): los peregrinos recorren una mezcla de caminos rurales y pequeñas carreteras, pasando por campos de cultivo hasta llegar a La Roda.
  • La Roda – San Clemente (46 km): etapa larga que atraviesa campos y pequeños pueblos, con San Clemente como una parada histórica llena de encanto.
  • San Clemente – Las Pedroñeras (33 km): el trayecto continúa por tierras de cultivo y pueblos manchegos, famosos por la producción de ajo y vino.
  • Las Pedroñeras – El Toboso (32 km): se llega a El Toboso, pueblo conocido por su conexión con Don Quijote y su rica tradición literaria.
  • El Toboso – La Puebla de Almoradiel (18 km): una etapa más corta y tranquila que sigue atravesando la región de La Mancha.
  • La Puebla de Almoradiel – Quintanar de la Orden (25 km): un recorrido que mantiene el encanto rural y el ambiente tranquilo característico de la ruta.
  • Quintanar de la Orden – Toledo (47 km): una de las etapas más largas que culmina en la histórica Toledo, ciudad monumental con un impresionante patrimonio.
  • Toledo – Escalona (35 km): los peregrinos abandonan Toledo y siguen hacia Escalona, pasando por paisajes ribereños del Tajo.
  • Escalona – Ávila (71 km en varias sub-etapas): el recorrido llega a Ávila, famosa por sus murallas medievales y su importancia en la historia religiosa.
  • Ávila – Gotarrendura (22 km): se continúa hacia Gotarrendura, un pequeño pueblo lleno de historia y encanto rural.
  • Gotarrendura – Arévalo (26 km): el trayecto pasa por campos y caminos rurales hasta Arévalo, con su arquitectura mudéjar.
  • Arévalo – Medina del Campo (27 km): Los peregrinos se dirigen hacia Medina del Campo, conocida por su historia comercial y sus monumentos.
  • Medina del Campo – Tordesillas (36 km): una etapa que conecta con Tordesillas, una ciudad cargada de historia, famosa por el Tratado de Tordesillas.
  • Tordesillas – Toro (33 km): el camino sigue hacia Toro, una localidad conocida por sus vinos y su espectacular Colegiata.
  • Toro – Zamora (34 km): Finalmente, los peregrinos llegan a Zamora, una ciudad llena de iglesias románicas y monumentos históricos. Aquí, el peregrino tomará la Vía de la Plata.

 

Los desafíos del trayecto

A pesar de sus atractivos, el Camino de Levante presenta algunos desafíos para los peregrinos. 

En comparación con otras rutas, la infraestructura de albergues y servicios es más limitada, lo que puede suponer una dificultad para aquellos que prefieren una experiencia más estructurada. Además, la travesía por algunas zonas, como los llanos de Castilla-La Mancha, puede ser agotadora por la falta de sombra y las largas distancias entre localidades.

Sin embargo, muchos peregrinos consideran que estos desafíos son precisamente lo que hace del Camino de Levante una experiencia única. La soledad y la tranquilidad de las etapas permiten una conexión más profunda con la naturaleza y con uno mismo. Por eso, esta ruta es una opción ideal para quienes buscan una experiencia de introspección y recogimiento espiritual.