El Camino del Norte es una ruta llena de historia, paisajes imponentes y una conexión especial con el mar Cantábrico. A lo largo de sus senderos, atravesarás acantilados espectaculares, pueblos con encanto y ciudades que han acogido a peregrinos durante siglos. Pero, más allá de su belleza, sabemos que cada viajero tiene su propio ritmo y necesidades.
En Mundiplus, te ofrecemos un servicio personalizado para que disfrutes del trayecto sin preocupaciones. Nos encargamos de los detalles logísticos, el alojamiento y la asistencia en cada etapa, para que solo tengas que enfocarte en lo más importante: caminar, descubrir y vivir la experiencia a tu manera.
Si sueñas con recorrer esta ruta sin complicaciones, estamos aquí para hacerlo posible. Descubre cómo podemos ayudarte a disfrutar de la experiencia con total comodidad y seguridad.
Puedes iniciar el Camino en cualquier localidad de la ruta y finalizarlo, igualmente,
donde desees, en Santiago de Compostela o en otra localidad del Camino – tu decides-.
Sin duda, esta es una de las rutas más evocadoras hacia Santiago de Compostela, recibe su nombre por su trazado a lo largo de la costa norte de España. Esta senda serpentea a través de paisajes donde el mar y la montaña se encuentran, ofreciendo a los peregrinos una experiencia única por su proximidad al Cantábrico. A diferencia de otras rutas más transitadas, ofrece un viaje más introspectivo y tranquilo, atravesando pueblos costeros, playas remotas, y valles verdes, manteniéndose fiel a su nombre al guiar a los viajeros a lo largo del borde septentrional del país. Este camino, lleno de historia y belleza natural, es una invitación a explorar la rica cultura y las impresionantes vistas que sólo el norte de España puede ofrecer
Los Caminos del Norte tienen diferente origen. Se cree que fueron de las primeras vías para llegar a Santiago de Compostela. España sobre el año 1000, todavía era un gran campo de batalla debido a la invasión de los musulmanes en la Península, por lo que los senderos más próximos al mar Cantábrico, eran los más seguros y los más alejados del invasor musulmán. Todo ello, favorecido por la infinidad de puertos pesqueros y comerciales que jalonaban toda la costa cantábrica ya que permitían que peregrinos de toda Europa, recalaran en la Península, para desde allí, iniciar su peregrinación a Santiago de Compostela.
No es solo una ruta de peregrinación, es un viaje a través de la historia y la cultura de España. Con más de 800 kilómetros desde Irún hasta Santiago de Compostela, esta ruta destaca por su inmensa riqueza cultural, paisajística, artística y gastronómica.
En Guipúzcoa, localidades como la Bella Easo (San Sebastián), que recorreremos por su paseo marítimo, así como Zarauz y Getaria, que nos acompañan junto al mar
En Bizkaia, visitaremos la capital de Bizkaia (Bilbao) con su excelente gastronomía y su espectacular Museo Guggenheim, y la histórica villa de Gernika.
En Cantabria, son de resaltar, Castro Urdiales, Santander y las villas históricas de Santillana del Mar y Comillas.
En Asturias, preciosas localidades marineras como Cudillero y Luarca, Navia, Ribadesella así como los preciosos edificios indianos que encontramos en Colombres, y LLanes
En Galicia, la Comunidad autónoma fronteriza con Asturias, en la desembocadura del rio Eo – Ribadeo –, Lourenza, Mondoñedo, Vilalba y Sobrado dos Monxes, con su espectacular monasterio, antes de finalizar en Santiago de Compostela.
Con la llegada de la primavera, el sendero se llena de vida. Los prados y montes que rodean la costa cantábrica recuperan su verdor intenso, y las temperaturas son suaves, ideales para caminar sin demasiado calor. Eso sí, la primavera en la costa norte de España es impredecible, por lo que hay que estar preparado para lluvias ocasionales y niebla en algunos tramos.
El verano es la época con mayor número de peregrinos. Los días largos permiten aprovechar mejor la jornada, y la cercanía del mar ayuda a aliviar el calor, aunque algunas etapas del interior pueden ser más calurosas. Además, es la mejor época para disfrutar de las playas y del ambiente animado en las ciudades y pueblos costeros como San Sebastián, Santander o Gijón.
El otoño transforma el paisaje con tonalidades ocres y rojizas, especialmente en los bosques de Asturias y Galicia. Las temperaturas siguen siendo agradables, pero sin el calor del verano, lo que hace que caminar sea más llevadero. Además, hay menos peregrinos, lo que permite disfrutar de una experiencia más introspectiva y tranquila.
Es también una gran oportunidad para degustar los productos de temporada, como la sidra asturiana o los mariscos gallegos.
Sin duda, una experiencia completamente diferente. Aunque la costa cantábrica no sufre temperaturas extremas como otras rutas, el viento, la lluvia y las tormentas pueden hacer que el recorrido sea más exigente. Además, algunos tramos de montaña en Asturias y Galicia pueden presentar dificultades, y es importante planificar bien los alojamientos, ya que muchos cierran en esta temporada.
Para quienes buscan soledad y un ambiente más espiritual, el invierno ofrece una experiencia única.
La distancia a recorrer varía significativamente según el peregrino y su planificación. En promedio, hay que caminar entre 20 y 25 kilómetros por día, aunque tú decidirás, siempre, que deseas hacer. Es importante tener en cuenta las condiciones del terreno y el clima. Algunas etapas pueden ser más desafiantes debido a desniveles o condiciones climáticas adversas, lo que podría reducir la distancia recorrida en un día. Planificar con anticipación, considerando estas variables, asegura una experiencia más cómoda y satisfactoria. Finalmente, la flexibilidad es clave. Cada peregrino debe ajustar la distancia diaria según sus necesidades y capacidades, asegurando así un viaje memorable y enriquecedor.
El Camino del Norte es itinerario seguro para los peregrinos gracias a la buena señalización, la infraestructura establecida y la presencia de otros caminantes y locales., que os podrán ayudar, orientar o aconsejar de cualquier necesidad que podáis necesitar. No obstante, como en cualquier viaje, es importante tomar ciertas precauciones para garantizar una experiencia segura y placentera, principalmente saber lo lugares por donde vais a transitar y el teléfono de asistencia al ciudadano (112), así como disponer de alguna de las numerosas guías y aplicaciones que te informan ampliamente de la ruta a seguir. La ruta está bien marcada con las famosas flechas amarillas y conchas de vieira, y otros tipos de señalización, que minimizan el riesgo de perderse.
Sí, esta es una experiencia enriquecedora, pero para las personas que lo realizan, por primera vez, algunos consejos pueden hacer la travesía más placentera y significativa:
Entrenamiento previo: Un mínimo de preparación física facilitará el camino. Realizar caminatas largas antes de partir ayuda a acostumbrar el cuerpo y a probar el calzado y equipo.
Equipaje ligero: Llevar lo esencial es clave. Lleva ropa cómoda y adecuada para diferentes climas, y recuerda que la mayoría de los alojamientos ofrecen servicios de lavandería. El peso ideal de la mochila no debe superar el 10% de tu peso corporal.
Calzado adecuado: Un buen par de zapatos de senderismo es esencial. Deben estar bien ajustados y ser cómodos para evitar ampollas y lesiones en los pies ( nunca debes utilizar un calzado con el que no hayas caminado anteriormente).
Hidratación y nutrición: Mantén un buen nivel de hidratación y lleva snacks energéticos . A lo largo del trayecto hay numerosos lugares para reponer provisiones y agua. Es muy importante que bebas agua, aunque no tengas la sensación de sed ).
Descansos y ritmo: Escucha a tu cuerpo. Es importante mantener un ritmo cómodo y no sobrepasar tus límites. Recuerda que tienes que ir a tu propio ritmo, no al de los demás y sobre todo, No tengas prisa para llegar al final de cada etapa, recuerda que lo importante del Camino, es el propio Camino, no el destino.
Documentación: Lleva siempre contigo tu pasaporte, tarjeta de seguro médico y la Credencial del Peregrino. Esta última es esencial para obtener la Compostela al final del Camino.
Apertura mental: Esta es una experiencia tanto física como espiritual y social. Muéstrate abierto a conocer gente nueva y a compartir experiencias. Muchas de las lecciones más valiosas provienen de las personas que encuentras en el camino.
Planificación, pero con flexibilidad: Estar abierto a los cambios puede enriquecer tu experiencia. Parte de la aventura es adaptarse a las circunstancias sobrevenidas en la ruta.
Recordar siempre que el Camino del Norte, es tu viaje personal: cada paso es parte de tu propia historia.
Aunque tu decides tu Camino, las etapas que hagas y el recorrido dependerá, en gran parte, del tiempo que tengas disponible para realizarlo, destino final y los kilómetros que quieras caminar por día.
A titulo orientativo, las etapas “habituales” suelen ser de 20 a 25 Kms, por día.
No obstante, existen unas rutas “tipo” que suelen realizar la gran mayoría de los peregrinos, en cierta medida, por coincidir con localidades que disponen de unos servicios aceptables, tanto de alojamientos como de restauración, sanitarios, etc.
Citamos algunos de los tramos, más habituales. que suelen realizarse, dependiendo de lo anteriormente expuesto:
Desde Irún a Bilbao (8 días)
Desde Bilbao a Santander (7 días)
Desde Santander a Gijón (11 días)
Desde Gijón a Ribadeo (9 días)
Desde Ribadeo a Santiago de Compostela (11 días)
Camino desde Vilalba a Santiago de Compostela (7 días)
*Puedes diseñar tu ruta, como lo desees, tanto en distancia por etapa, como en días de Camino.
Al igual que si realizas el Camino a pie, no existen unas etapas totalmente definidas, si deseas hacer el Camino en bicicleta, pues dependerá de lo expuesto anteriormente para las rutas a pie.
Como norma general, los ciclistas suelen hacer etapas, por día, de 40/60 Kms):
Etapa desde Irún a Zarauz (50,16 kms)
Etapa desde Zarauz a Markina (43,8 kms)
Etapa desde Markina a Bilbao (56 kms)
Etapa desde Bilbao a Castro Urdiales (46,6 Kms)
Etapa desde Castro Urdiales a Santander (65 kms)
Etapa desde Santander a Comillas (65 Kms)
Etapa desde Comillas a Llanes (51 Kms)
Etapa desde Llanes a Colunga (50 kms)
Etapa desde Colunga a Gijón (45 kms)
Etapa desde Gijón a El Pitu (51,5 Kms)
Etapa desde El Pitu a Luarca (48 kms)
Etapa desde Luarca a Ribadeo (51 kms)
Etapa desde Ribadeo a Abadin (52 kms)
Etapa desde Abadin a Miraz (54 kms)
Etapa desde Miraz a Arzúa (47 Kms)
Etapa desde Arzúa a Santiago de Compostela (40 kms)
Por si todavía te quedan dudas, responderemos a las preguntas más comunes con respecto al Camino del Norte.
El Camino del Norte ofrece varios puntos de partida populares. Los más comunes son:
La mejor época para empezar la aventura es durante la primavera (abril a junio) y el otoño (septiembre a octubre). Durante estas estaciones, el clima es más templado, evitando el calor intenso del verano y las lluvias frecuentes del invierno. Además, hay menos afluencia de peregrinos.
En verano, aunque las temperaturas no son tan altas como en otras partes de España, puede haber más peregrinos y servicios llenos en las áreas costeras. En invierno, puede ser más difícil debido a la lluvia y las condiciones climáticas adversas en las zonas montañosas.
Es más desafiante que el Camino Francés debido a su terreno variado y ondulado. A lo largo de la ruta, los peregrinos deben enfrentar subidas y bajadas continuas, tanto en áreas costeras como montañosas. Las pendientes pronunciadas, sobre todo en los tramos cercanos a la costa, exigen un mayor esfuerzo físico.
Además, hay tramos más apartados, lo que puede hacer que los peregrinos se sientan más aislados. Sin embargo, la belleza de los paisajes, la cercanía del mar y la tranquilidad que ofrece este camino compensan el esfuerzo extra.
Esta ruta ofrece una gran diversidad de terrenos, desde playas y acantilados hasta bosques y montañas. Los peregrinos encontrarán:
Los tramos más exigentes físicamente son los que transcurren cerca de la costa en el País Vasco, donde los peregrinos deben enfrentarse a subidas y bajadas pronunciadas. También hay secciones costeras en Asturias que presentan una combinación de acantilados y terrenos accidentados.
Para los peregrinos que desean disfrutar de la costa cantábrica, las siguientes etapas son particularmente recomendables:
Solo necesitas tu pasaporte o documento de identidad, especialmente si viajas desde fuera del
espacio Schengen. Además, es fundamental llevar la Credencial del Peregrino, un documento que te
identifica y se va sellando en cada etapa del recorrido y es necesaria para obtener la Compostela,
al llegar a Santiago de Compostela.
También es aconsejable llevar una tarjeta de seguro médico para cubrir cualquier eventualidad de
salud durante el viaje.
Solo necesitas tu pasaporte o documento de identidad, especialmente si viajas desde fuera del
espacio Schengen. Además, es fundamental llevar la Credencial del Peregrino, un documento que te
identifica y se va sellando en cada etapa del recorrido y es necesaria para obtener la Compostela,
al llegar a Santiago de Compostela.
También es aconsejable llevar una tarjeta de seguro médico para cubrir cualquier eventualidad de
salud durante el viaje.
No solo es posible recorrer el Camino del Norte en bicicleta sino que es otro de nuestros servicios. Eso sí, debes tener en cuenta que es una ruta más exigente que otras. Los ciclistas deben estar preparados para enfrentarse a terrenos irregulares, pendientes pronunciadas y caminos a menudo más estrechos. Las etapas más recomendadas para ciclistas son:
Es recomendable planificar bien las etapas, ya que algunas partes del camino pueden ser más técnicas y exigentes.
En el Camino del Norte, los peregrinos tienen una amplia variedad de opciones de alojamiento. Los más tradicionales son los albergues de peregrinos, que ofrecen instalaciones básicas a precios económicos. Estos pueden ser públicos o privados, con dormitorios compartidos y, a menudo, cocinas y áreas comunes.
Además, hay hostales, pensiones, casas rurales y hoteles para quienes buscan más comodidades y privacidad. En algunas
localidades, también se pueden encontrar casas rurales y bed and breakfasts, brindando una experiencia más íntima y acogedora.
El Camino del Norte está repleto de puntos históricos y culturales de gran importancia. Algunos de los más destacados son:
Sí, es importante llevar equipo adecuado debido a las características del terreno y las condiciones climáticas variables del Camino del Norte:
La distancia diaria media varía entre 20 y 25 kilómetros. Sin embargo, esto puede variar según las preferencias y la forma física de cada peregrino. Algunos tramos costeros o montañosos pueden requerir más esfuerzo, por lo que es recomendable planificar con flexibilidad y adaptar las etapas según el terreno.
Es importante realizar una planificación previa teniendo en cuenta los desniveles, el estado físico del peregrino y la disponibilidad de alojamiento en cada etapa. Los principiantes deben empezar con etapas más cortas para evitar el agotamiento.
Para obtener la Compostela debes haber recorrido al menos los últimos 100 kilómetros a pie o a
caballo, o 200 kilómetros en bicicleta. Durante tu viaje, utiliza la Credencial del Peregrino
para obtener sellos en cada etapa, demostrando tu progreso.
Una vez en Santiago, presenta tu Credencial sellada en la Oficina del Peregrino. Allí
verificarán tus sellos y, si cumples con los requisitos, te entregarán la Compostela.
Sí, el recorrido es flexible en cuanto a la cantidad de días que se puede dedicar a recorrerlo. Aunque el recorrido completo desde Irún hasta Santiago de Compostela abarca aproximadamente 820 kilómetros, la ruta puede adaptarse según la disponibilidad y necesidades de cada peregrino.
Para quienes prefieren tomar la ruta con más calma, es posible dividir las etapas en tramos más cortos, de unos 15 a 20 kilómetros por día, o incluso menos en algunas partes más desafiantes. Esto permite disfrutar más del paisaje, visitar lugares de interés con tranquilidad, y descansar adecuadamente.
Para quienes disponen de menos tiempo, se puede optar por etapas más largas de 30 a 35 kilómetros por día, lo que acelera el ritmo del recorrido.
Otra opción es comenzar en puntos intermedios, como Santander o Ribadeo, para recorrer solo las últimas etapas y aún así obtener la Compostela.
La flexibilidad en la planificación permite que tanto quienes buscan una experiencia más pausada como los que tienen limitaciones de tiempo puedan disfrutar de esta experiencia a su propio ritmo.