La Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga (Palencia), en el itinerario del Camino de Santiago Francés, llamada todavía también de Santa María de Lito (por ser este último el nombre de la localidad hasta el siglo XVII), es un templo-fortaleza empezado a construir a finales del Siglo XII, y finalizado en el siglo XIV, erigida por los Caballeros templarios, y que nuestra Agencia de viajes del Camino de Santiago considera como uno de los centros religiosos más importantes del Camino de Santiago en Castilla, de un total de 28 encomiendas con las que contó la Orden del Temple.
El nombre de Villalcázar proviene de dos palabras «villa» (quinta, granja) más el árabe quars (palacio o fortaleza), lo de Sirga se refiere a la que así se denominaba al Camino francés, así como también, se la conocía como Villasirga.
La Iglesia de Santa María la Blanca fue un santuario para la devoción de María, Madre de Jesucristo, que tuvo una época de gran esplendor entre los Siglos XIII hasta el XVI, debido a la protección de la Corona de Castilla, entre los que se encontraban los reyes Alfonso X el Sabio y su hijo Sancho IV. Posteriormente, la importancia del templo fue decayendo, hasta que volvió a «renacer» gracias al impulso de la peregrinación a Santiago de Compostela. Fruto de la estrecha relación de los monarcas, fueron las Cantigas de Santa María, escritas por el rey Alfonso, en las que se relatan doce milagros de la Virgen Blanca (Virgen de las Cantigas), así como los numerosos privilegios otorgados para su mantenimiento y como foco de desarrollo cultural y religioso.
Debido al terremoto con origen en Lisboa (1715), se tuvo que reestructurar parte del templo, como la fachada principal, que hubo que tapiar.
Arquitectónicamente, nos encontramos con un Templo románico de transición, con planta de cruz latina, tres naves cubierta de bóveda crucería y doble crucero. Lo más importante de la Iglesia, es la fantástica portada de la puerta sur, así como la Capilla de Santiago y el Retablo Mayor.
La portada principal de la Iglesia de Santa María la Blancaconsta de cinco arquivoltas, con esculturas de motivos religiosos (ángeles, santos, músicos, etc). A su lado, se encuentra una portada lateral, más pequeña, que da acceso a la capilla de Santiago. Justo encima de la portada, se encuentran dos espectaculares frisos (superior e inferior). El friso superior nos muestra un «Cristo en Majestad», rodeado por el «Tetramorfos (4 Evangelistas)”, así como parte de los apóstoles. En el friso inferior, podemos observar escenas de la Adoración de los Reyes Magos, a la izquierda y de la Anunciación a María, por parte del Arcángel San Miguel.
En el Retablo Mayor, realizado en el siglo XVI, se nota la influencia de Pedro Berrugete. En su parte central encontramos, en la Capilla Mayor la figura del la Virgen Blanca, un Cristo crucificado y una escultura de San Juan, todas del Siglo XIII.
La Capilla De Santiago (Siglo XIV), perteneciente a la Orden de Caballería del mismo nombre, se encuentra iluminado por un precioso rosetón. Preside la estancia la escultura de piedra de la Virgen de las Cantigas (Virgen de Villasirga-inspiración poética de Alfonso X), para sus famosas Cantigas. Esta capilla alberga los sepulcros góticos (Siglo XIII), del Infante Don Felipe, hijo de Fernando III el Santo y Doña Beatriz de Suavia, así como el de su segunda esposa Doña Leonor Ruiz De Castro y Pimentel. Destacan por su rica policromía y riqueza decorativa, con escenas que rodean a las exequias de los citados difuntos.
La iglesia de Santa María la Blanca es de visita obligada para los peregrinos que realizan el Camino Francés entre las históricas ciudades de Fromista, que cuenta con una de las joyas del Románico Español (Iglesia de San Martín) y Carrión de los Condes, otra ciudad con obras de extraordinario valor artístico, como la Iglesia de Santiago. Por el contrario si comienzas tu Camino de Santiago organizado desde Sarria te perderás este templo-fortaleza templario, pero te podrás redimir con la mayor joya de todo el Camino de Santiago, la Catedral de Santiago en estado puro y recientemente restaurada.